Estudios recientemente publicados en Inglaterra por el Instituto de Investigación en Alimentos en Reino Unido demuestran que relativamente bajas cantidades de vegetales en la dieta (brócoli, coliflor, repollo), pueden reducir el riesgo de cáncer de próstata y que el cáncer localizado se vuelva más agresivo. Esta actividad anticancerígena también actúa contra el cáncer de mama, pulmón y colon.
Las crucíferas como el brócoli y la coliflor contienen indol-3-carbinol y sulforafano sustancias que tienen efectos antioxidantes y anticancerígenos.
El brocoli también se recomienda en los casos de fibromialgia y lesiones por virus del papiloma humano. Por otro lado, un equipo de científicos de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, han concluido que ingerir brócoli puede revertir los daños cardiovasculares que ocasiona la diabetes en los pacientes.
Los científicos de Warwick observaron que un componente de este vegetal, llamado sulforano activa una proteína en el cuerpo llamada 'nrf2', que protege las células y los tejidos gracias a las enzimas antioxidantes. De esta forma, las enzimas protegen los vasos sanguíneos y reducen en gran medida las moléculas causantes de los daños cardiovasculares, lo que disminuye el riesgo de dolencias. De hecho, ya se había relacionado al brócoli y sus propiedades con la disminución del riesgo de sufrir infartos o derrames cerebrales, aunque no de una forma tan precisa como a la que han llegado en Warwick y que han plasmado en la revista 'Diabetes'.
El tomate y el licopeno
Por su parte, los tomates son ricos en sustancias con propiedades anticancerígenas, que conducen a la formación de carotenoides como el licopeno, compuestos que protegen a las células de los efectos de la oxidación. El licopeno es un poderoso antioxidante que previene la aparición de diversos tipos de cáncer, especialmente de próstata, pulmón y estómago.
Estudios realizados en la Universidad de Illinois muestran que cuando se ingieren en un mismo plato brócoli y tomate, se consigue un efecto aditivo, que es debido a que los componentes anticancerígenos de cada una de estas hortalizas actúan en diferentes rutas combatiendo el cáncer.